Hoy 31 de diciembre toca hacer balance.
Paula y María. Así se podría resumir mi 2015.
Un 2015 en el que el blog, como tantas otras cosas, ha quedado relegado a un segundo, tercer o décimo plano. Y no por no tener ganas de publicar en él, por falta de TIEMPO. Otra palabra del 2015.
Desde que empezamos este año que termina, el bebé que cumplía 1 mes en Nochebuena camina y se pasa el día diciendo Feliz Navidad (eí a-i-a, para ser exactos). Se ha convertido en un trastejo que no nos deja descansar, pero que es la personita más cariñosa que conocemos.
La doble maternidad, eso tan ansiado y tan cansado. Sí, CANSANCIO, otra palabra. Cansancio que se transforma en descuido de aspectos de tu vida que no pensabas que ibas a descuidar nunca. La pareja, los amigos... Todos se han visto afectados, y a todos les pido perdón por un año en el que he tenido que priorizar, y he aprendido a relativizar, las cosas realmente importantes.
Este año que termina también nos enseña a una pequeña señorita de 5 años que está empezando a leer (del derecho y del revés, Ay! que miedo) y que es capaz de plantarse delante de un montón de personas en un pedazo de escenario y bailarnos un villancico funky como si lo hiciera todos los días.
El 2015 me ha separado de una de mis personas favoritas, mi HERMANA. El amor, y el trabajo, le han hecho cruzar el charquito e irse a Ibiza a empezar una aventura. Sé que suena a topicazo, pero nadie se imagina lo que la hecho de menos. Eso sí, ahora que la tengo aquí cual anuncio de "El almendro", la estoy exprimiendo hasta que consiga que me aborrezca.
¿Más cosas de 2015? Bueno más bien, más quilos de 2015, que desde que nació María no consigo quitármelos de encima. Pero no hay mal que por bien no venga, me estoy enganchando a hacer DEPORTE, y sí, este 2015 he corrido mi primera carrera de 10km por mi ciudad. Súper-requete-mega orgullosísima que estoy de mí misma, que el día que aprobé las oposiciones de magisterio me juré que no volvería a correr! Pues aquí estoy, creando hastags en Instagram que dicen eso de #lasgorditastambiencorremos.
En este año nos hemos dado cuenta que lo de organizar y decorar fiestas no nos da la vida. Que tenemos muchas cosas en nuestras vidas (y más que vendrán) para agobiarnos con unos pompones y que algo que empezó siendo divertido, se convierta en una carga. Así, que colgamos el papel de seda, las troqueladoras y las guirnaldas. Ohhhhhh.
Con todo esto termina este año. Estando un poquito más loca cuando me siento culpable por salir de casa sola y cuando estoy en ella y sólo quiero salir por la ventana. Y no vamos a engañarnos, ha sido un año bueno, qué digo bueno, muy bueno, buenísimo. Mi súper marido se ha lanzado a la moda de emprender y ahora regenta una charcutería en uno de los lugares más emblemáticos de Alicante, el Mercado Central (puesto 124, por si alguien se quiere acercar).
He visto crecer a mis hijas con salud y alegría en sus ojos. El trabajo es una vía de canalización de todas las ideas que se me agolpan en la cabeza (la creatividad aumenta con la maternidad, os lo aseguro), mi familia está bien... Aquí quiero mandarle un beso enorme a mi yaya Dolores, que nos dejó este septiembre y allá donde esté seguro que está contenta con su "chacho" de vernos a todos bien. Yayos, besos.
En fin, lo dicho, un buen año.
Y al año nuevo le pido ORGANIZACIÓN, por favor! (mi colega de blog ya está aprendiendo sobre ello y me pasará los apuntes, jijiji). Para poder sacar huequitos y contaros cómo vamos por estos lares, y enseñaros cositas que nos vayan pareciendo interesantes. Sé que no será fácil, y como hizo mi colega en su momento, asumo el peso del blog, que se avecinan curvas.
A ella le doy las gracias por seguir con esto. Por compartir esta ventanita al mundo conmigo.
Y a aquellos que nos leéis, que sé que no es fácil ya que tenemos la constancia de una luz intermitente.
Para terminar os enseño algunas imágenes de mi 2015.
Noelia.